¿Qué son los activos y pasivos de una empresa?

El activo y el pasivo de una empresa son dos componentes distintos de su situación financiera. Los activos son recursos que posee o controla una empresa, mientras que los pasivos son obligaciones que la empresa tiene con otras partes. Conocer la diferencia entre ambos es importante para comprender la situación financiera de cualquier empresa.

Los activos son aquellos bienes, propiedades y herramientas de una persona que pueden convertirse en dinero. Pueden clasificarse en varias categorías distintas: activos corrientes (efectivo, cuentas por cobrar, inventario), activos no corrientes (propiedad, planta y equipo), activos fijos intangibles (como el fondo de comercio), inversiones (acciones y bonos) y partidas fuera de balance (arrendamientos y contratos de derivados). Los activos corrientes suelen tener un valor de liquidez a corto plazo en comparación con los grupos de activos no corrientes o a largo plazo. Suelen dividirse en tres tipos:

  1. Los fijos son los bienes adquiridos con intención de no ser vendidos a corto plazo, sino de utilizarlos; por ejemplo: la maquinaria de una empresa, nuestro vehículo o vivienda entre otros.
  2. Activos corrientes son aquellos instrumentos de circulación a corto plazo que nos sirve para generar ingresos y proteger el dinero que tengamos. Es el caso de nuestra cuenta de ahorro o algún trabajo extra que asumimos para ganar dinero adicional.
  3. Activos financieros son bienes e instrumentos diseñados y adquiridos con la intención de obtener un ingreso futuro superior al invertido. Son un medio para generar riqueza, ahorrar y convertir el gasto de nuestro dinero de una forma para multiplicarlo.

El pasivo representa el origen de la financiación. Por su parte, se presenta en múltiples formas. Entre ellos se encuentran las cuentas por pagar, el pasivo acumulado, la deuda a corto plazo, la deuda a largo plazo y el pasivo contingente. Las cuentas por pagar son obligaciones con los acreedores que surgen de la compra de bienes o servicios a crédito. Los pasivos devengados proceden de los gastos no pagados relacionados con los salarios e impuestos de los empleados o los costes de explotación no pagados. Las deudas a corto plazo implican préstamos de instituciones financieras que deben devolverse en el plazo de un año, mientras que las deudas a largo plazo abarcan varios años. Por último, los pasivos contingentes se refieren a posibles pérdidas futuras por garantías no vencidas o acciones legales pendientes contra una empresa.

La diferencia clave entre los activos y los pasivos es sencilla: un activo aporta valor a una empresa, mientras que un pasivo lo agota. Al evaluar la salud financiera de una empresa, es importante tener esto en cuenta.

Al comprender qué activos y pasivos posee una empresa, se puede calibrar mejor su situación financiera general y su rendimiento. Saber en qué se diferencian estas categorías es fundamental para tomar decisiones informadas sobre cualquier proyecto empresarial.