En el modelo de Rent-to-Rent, el arrendador debe asegurarse de que los inquilinos tengan acceso a los servicios públicos necesarios. Esto se puede lograr mediante la inclusión de cláusulas específicas en el contrato de arrendamiento que establezcan la responsabilidad del inquilino de pagar y mantener los servicios públicos. Además, el arrendador puede establecer acuerdos con proveedores de servicios públicos para garantizar un suministro continuo y adecuado.