En un negocio Rent-to-Rent, las rentas se establecen mediante un acuerdo entre el propietario y el arrendatario. El arrendatario paga una renta al propietario por el uso de la propiedad y luego subarrienda la propiedad a otros inquilinos a un precio más alto para obtener ganancias. La renta que el arrendatario paga al propietario se basa en factores como el valor de mercado de la propiedad, los gastos asociados y el potencial de ganancias.